Traductor ConCdeCarbono

miércoles, 30 de octubre de 2013

Nanotubos de carbono: la tecnología que puede reemplazar al cobre



Los nanotubos de carbono son un material más de diez mil veces más fino que un cabello humano que podría revolucionar el acceso a la electricidad y llegar incluso a reemplazar el cobre. Muchas aplicaciones y dispositivos electrónicos en la actualidad comienzan a requerir características que el cobre no posee; por ejemplo, materiales cada vez más ligeros son necesarios en cualquier tipo de vehículo para reducir el peso del vehículo y por tanto el consumo de combustible.
Los nanotubos de carbono pueden obtenerse además a partir de metano, ofreciendo una tecnología con menor impacto ambiental que el relacionado con la extracción del cobre.
Una vez que en el futuro se alcance una conductividad similar a la del cobre, las ventajas de las fibras de nanotubos, como el hecho de que son extremadamente ligeras, flexibles, muy fuertes, resistentes a la corrosión y no tan costosas como el cobre si son producidas a grandes escalas, convertirán a este nuevo material en una alternativa viable para reemplazar al cobre.

Por: Diego Gómez Jerez

martes, 29 de octubre de 2013

Carbono-14, por Pepe Blanco

El carbono-14, 14C o radiocarbono, es un isótopo radioactivo del carbono descubierto el 27 de Febrero de 1940 por Martin Karmen y Sam Ruben. Su núcleo contiene 6 protones y 8 neutrones, de ahí su nombre. Debido a su presencia en todos los materiales orgánicos, el carbono-14 se emplea en la datación de especímenes orgánicos.

El método de datación por radiocarbono es la técnica basada en isótopos más fiable para conocer la edad de muestras orgánicas de menos de 45 000 años. Está basado en la ley de decaimiento exponencial de los isótopos radiactivos. El isótopo carbono-14 es producido de forma continua en la atmósfera como consecuencia del bombardeo de átomos de nitrógeno por rayos cósmicos. Este isótopo creado es inestable, es decir, se transmuta a Nitrogeno-14 con facilidad, y radiactivo. Estos procesos de generación-degradación de 14C se encuentran prácticamente equilibrados, de manera que el isótopo se encuentra homogéneamente mezclado con los átomos no radiactivos en el dióxido de carbono de la atmósfera.

 El proceso de fotosíntesis incorpora el átomo radiactivo en las plantas, de manera que la proporción 14C/12C en éstas es similar a la atmosférica. Los animales incorporan, por ingestión, el carbono de las plantas. Ahora bien, tras la muerte de un organismo vivo no se incorporan nuevos átomos de 14C a los tejidos, y la concentración del isótopo va decreciendo conforme va transformándose en 14N por decaimiento radiactivo.
La masa en isótopo 14C de cualquier especie disminuye a un ritmo exponencial, que es conocido. A los 5730 años de la muerte de un ser vivo la cantidad de 14C en sus restos se ha reducido a la mitad. Así pues, al medir la cantidad de radiactividad en una muestra de origen orgánico, se calcula la cantidad de 14C que aún queda en el material. Así puede ser datado el momento de la muerte del organismo correspondiente. Es lo que se conoce como "edad radiocarbónica" o de 14C.


Al comparar las concentraciones teóricas de 14C con las de muestras de maderas de edades conocidas mediante el estudio de los anillos de éstas, se descubrió que existían diferencias con los resultados esperados. Esas diferencias se deben a que la concentración de carbono radiactivo en la atmósfera también ha variado respecto al tiempo. Hoy se conoce con suficiente precisión (un margen de error de entre 1 y 10 años) la evolución de la concentración de 14C en los últimos 15.000 años, por lo que puede corregirse esa estimación de edad comparándolo con curvas obtenidas mediante interpolación de datos conocidos. La edad así hallada se denomina "edad calibrada".

Carbono en la Quimica, por Pepe Blanco

El carbono es único en la química porque forma un número de compuestos mayor que la suma total de todos los otros elementos combinados.
Juntos con el hidrogeno, se estima que se conoce un mínimo de 1.000.000 de compuestos orgánicos y este número crece rápidamente cada año. Aunque la clasificación no es rigurosa, el carbono forma otra serie de compuestos considerados como inorgánicos, en un número mucho menor al de los orgánicos.
El carbono elemental existe en dos formas alotrópicas cristalinas bien definidas: diamante y grafito. Otras formas con poca cristalinidad son el carbón vegetal, coque y negro de humo, también conocido como negro carbon. El carbono químicamente puro se prepara por descomposición térmica del azúcar (sacarosa) en ausencia de aire. Las propiedades físicas y químicas del carbono dependen de la estructura cristalina del elemento. La densidad oscila entre 2.25 g/cm³ para el grafito y 3.51 g/cm³ para el diamante. El punto de fusión del grafito es de 3500ºC (6332ºF) y el de ebullición extrapolado es de 4830ºC (8726ºF). El carbono elemental es una sustancia inerte, insoluble en agua, ácidos y bases diluidos, así como disolventes orgánicos. A temperaturas elevadas se combina con el oxígeno para formar monóxido o dióxido de carbono. Con agentes oxidantes calientes, como ácido nítrico y nitrato de potasio, se obtiene ácido melítico C6(CO2H)6. De los halógenos sólo el flúor reacciona con el carbono elemental. Un gran número de metales se combinan con el elemento a temperaturas elevadas para formar carburos.
Con el oxígeno forma tres compuestos gaseosos: monóxido de carbono, CO, dióxido de carbono, CO2, y subóxido de carbono, C3O2. Los dos primeros son los más importantes desde el punto de vista industrial. El carbono forma compuestos de fórmula general CX4 con los halógenos, donde X es flúor, cloro, bromo o yodo. A temperatura ambiente el tetrafluoruro de carbono es gas, el tetracloruro es un líquido y los otros dos compuestos son sólidos. También se conocen tetrahalogenuros de carbono mixtos. Quizá el más importante de ellos es el diclorodifluorometano, CCl2F2 llamado freón.
El carbono y sus compuestos se encuentran distribuidos ampliamente en la naturaleza. Se estima que el carbono constituye 0.032% de la corteza terrestre. El carbono libre se encuentra en grandes depósitos como hulla, forma amorfa del elemento con otros compuestos complejos de carbono-hidrógeno-nitrógeno. El carbono cristalino puro se halla como grafito y diamante como ya hemos dicho.
Grandes cantidades de carbono se encuentran en forma de compuestos. El carbono está presente en la atmósfera en un 0.03% por volumen como dióxido de carbono. Varios minerales, como caliza, dolomita, yeso y mármol, tienen carbonatos. Todas las plantas y animales vivos están formados de compuestos orgánicos complejos en donde el carbono está combinado con hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y otros elementos. Por ejemplo, los vestigios de plantas y animales vivos forman depósitos. Los depósitos de gas natural contienen compuestos formados por carbono e hidrógeno.
El elemento libre tiene muchos usos, que incluyen desde las aplicaciones ornamentales del diamante en joyería hasta el pigmento de negro de humo en llantas de automóvil y tintas de imprenta. Otra forma del carbono, el grafito, se utiliza para crisoles de alta temperatura, electrodos de celda seca y de arco de luz, como puntillas de lápiz y como lubricante. El carbón vegetal, una forma amorfa del carbono, se utiliza como absorbente de gases y agente decolorante.
Como resumen, diremos que los compuestos de carbono tienen muchos usos. El dióxido de carbono se utiliza en la carbonatación de bebidas, en extintores de fuego y, en estado sólido, como enfriador (hielo seco). El monóxido de carbono se utiliza como agente reductor en muchos procesos metalúrgicos. El tetracloruro de carbono y el disulfuro de carbono son disolventes industriales importantes. El freón se utiliza en aparatos de refrigeración. El carburo de calcio se emplea para preparar acetileno; es útil para soldar y cortar metales, así como para preparar otros compuestos orgánicos. Otros carburos metálicos tienen usos importantes como refractarios y como cortadores de metal.

 PROPIEDADES FISICAS Y QUIMICAS DEL ATOMO DE CARBONO


Nombre
Carbono
Número atómico
6
Valencia
2,+4,-4
Estado de oxidación
+4
Electronegatividad
2,5
Radio covalente (Å)
0,77
Radio iónico (Å)
0,15
Radio atómico (Å)
0,914
Configuración electrónica
1s22s22p2
Primer potencial de ionización (eV)
11,34
Masa atómica (g/mol)
12,01115
Densidad (g/ml)
2,26
Punto de ebullición (ºC)
4830
Punto de fusión (ºC)
3727



ORIGEN DEL CARBÓN

La historia del carbón se inicia en la turbera donde se acumulan los restos de plantas en condiciones húmedas, generalmente ácidas y poco oxidantes que favorece la conservación de la materia orgánica. El crecimiento de la turbera es lento, la acumulación de un metro de turba requiere entre 5.000 y 10.000 años Cuando la turbera detiene su crecimiento y se entierra, la materia orgánica se transforma perdiendo agua y materias volátiles y aumentando su contenido en carbono y su poder calorífico. Para obtener una capa de carbón de un metro hacen falta unos 10 metros de turba.
Como consecuencia de las condiciones de enterramiento y la temperatura el carbón evoluciona pasando sucesivamente de turba a lignito, hulla y finalmente antracita en un proceso conocido como carbonificación. En este proceso el carbón aumenta su contenido en carbono y el poder calorífico y disminuye las materias volátiles.


Por Diego Gómez Jerez

HIDROCARBUROS


  • FORMACIÓN:

          El petróleo es una sustancia aceitosa de color oscuro a la que, por sus compuestos de hidrógeno y carbono, se le denomina hidrocarburo. 
Este hidrocarburo puede estar en estado líquido o en estado gaseoso. En el primer caso es un aceite al que también se le dice crudo. En el segundo se le conoce como gas natural.
Según la teoría más aceptada, el origen del petróleo -y del gas natural- es de tipo orgánico y sedimentario. Esa teoría enseña que el petróleo es el resultado de un complejo proceso físico-químico en el interior de la tierra, en el que, debido a la presión y las altas temperaturas, se produce la descomposición de enormes cantidades de materia orgánica que se convierten en aceite y gas.
Esa materia orgánica está compuesta fundamentalmente por el fitoplancton y el zooplancton marinos, al igual que por materia vegetal y animal, todo lo cual se depositó en el pasado en el fondo de los grandes lagos y en el lecho de los mares. Junto a esa materia orgánica se depositaron mantos sucesivos de arenas, arcillas, limo y otros sedimentos que arrastran los ríos y el viento, todo lo cual conformó lo que geológicamente se conoce como rocas o mantos sedimentarios, es decir, formaciones hechas de sedimentos. 
Entre esos mantos sedimentarios es donde se llevó a cabo el fenómeno natural que dio lugar a la creación del petróleo y el gas natural. Ese proceso de sedimentación y transformación es algo que ocurrió a lo largo de millones de años. Entre los geólogos hay quienes ubican el inicio de todo ese proceso por la época de los dinosaurios y los cataclismos. Otros opinan que hoy se está formando de una manera similar el petróleo del mañana.

  • EXTRACCIÓN

          La extracción, producción o explotación del petróleo se hace de acuerdo con las características propias de cada yacimiento. Para poner un pozo a producir se baja una especie de cañón y se perfora la tubería de revestimiento a la altura de las formaciones donde se encuentra el yacimiento. El petróleo fluye por esos orificios hacia el pozo y se extrae mediante una tubería de menor diámetro, conocida como "tubería de producción". 
Si el yacimiento tiene energía propia, generada por la presión subterránea y por los elementos que acompañan al petróleo (por ejemplo gas y agua), éste saldrá por sí solo. En este caso se instala en la cabeza del pozo un equipo llamado "árbol de navidad", que consta de un conjunto de válvulas para regular el paso del petróleo.
Si no existe esa presión, se emplean otros métodos de extracción. El más común ha sido el "balancín", el cual, mediante un permanente balanceo, acciona una bomba en el fondo del pozo que succiona el petróleo hacia la superficie.
A pesar de los avances alcanzados en las técnicas de producción, nunca se logra sacar todo el petróleo que se encuentra (in situ) en un yacimiento. En el mejor de los casos se extrae el 60%.
Por tal razón, existen métodos de "recobro mejorado" para lograr la mayor extracción posible de petróleo en pozos sin presión natural o en declinación, tales como la inyección de gas, de agua o de vapor a través del mismo pozo productor o por intermedio de pozos inyectores paralelos a éste. 

  • SEPARACIÓN (DESTILACIÓN FRACIONADA):
             Un pozo que ha sido perforado y entubado hasta llegar a la zona donde se encuentra el petróleo, está listo para empezar a producir.
Desde los separadores, por medio de cañerías, el crudo es enviado a los aparatos especiales donde se separan de él el gas y el agua.
A través de otras cañerías, conocidas como gasoductos, se conduce el gas a diferentes sitios para su empleo como combustible o para tratamiento posterior y otras cañerías (oleoductos) conducen el petróleo a los estanques de almacenamiento desde donde se les envía a su destino.
Las refinerías de petróleo funcionan veinticuatro horas al día para convertir crudo en derivados útiles. El petróleo se separa en varias fracciones empleadas para diferentes fines. Algunas fracciones tienen que someterse a tratamientos térmicos y químicos para convertirlas en productos finales como gasolina o grasas.
El principio básico en la refinación del crudo radica en los procesos de destilación y de conversión, donde se calienta el petróleo en hornos de proceso y se hace pasar por torres de separación o fraccionamiento y plantas de conversión.
La primera etapa en el refinado del petróleo crudo consiste en separarlo en partes, o fracciones, según la masa molecular. El crudo se calienta en una caldera y se hace pasar a la columna de fraccionamiento, donde la temperatura disminuye con la altura. Las fracciones con mayor masa molecular sólo pueden existir como vapor en la parte inferior de la columna, donde se extraen, que las fracciones más ligeras suben más arriba y son extraídas allí.
El primer material destilado a partir del crudo es la fracción de gasolina, seguida por la nafta y finalmente el queroseno. Las zonas superiores del aparato de destilación proporcionaban lubricantes y aceites pesados, mientras que las zonas inferiores suministraban ceras y asfalto.
 La fabricación de estos productos ha dado origen a la gigantesca industria petroquímica, que produce alcoholes, detergentes, caucho sintético, glicerina, fertilizantes, azufre, disolventes y materias primas para fabricar medicinas, nylon, plásticos, pinturas, poliésteres, aditivos y complementos alimenticios, explosivos, tintes y materiales aislantes.


Por: Diego Gómez Jerez 




NUEVO COMBUSTIBLE PARA REACTORES AERONÁUTICOS A PARTIR DE CARBÓN Y BIOMASA
          
Ingenieros e investigadores estadounidenses han creado un nuevo combustible a base de carbón y biomasa para aviación que disminuiría en gran medida las emisiones de dióxido de carbono e incrementaría la producción y la eficiencia energética con relación a las alternativas tradicionales. El nuevo producto se obtiene a partir del proceso denominado licuefacción indirecta.
Este combustible aportaría un importante avance ecológico con relación al combustible basado en petróleo, ya que emitiría menos dióxido de carbono en comparación con los combustibles tradicionales. Además, alcanzaría mayor efectividad energética que otros biocombustibles. El adelanto fue concretado mediante una investigación de la firma Accelergy, con la colaboración de otras compañías americanas.
El combustible ya está siendo probado por la Fuerza Aérea estadounidense, y permite el uso de un menor porcentaje de componentes basados en petróleo, cuando otros biocombustibles experimentales para reactores necesitaban como mínimo un 50 por ciento de productos derivados del petróleo para alcanzar el rendimiento requerido en aviones militares.

Además, este proceso permite emitir una menor cantidad de CO2 y alcanzar una mayor eficiencia energética. 


Por Diego Gómez Jerez

CICLO DEL CARBONO EN LA GEOLOGÍA

Por: Juan Manuel Liñán Barroso
El ciclo geológico del carbono, que opera a una escala de millones de años, está integrado en la propia estructura del planeta y se puso en marcha hace aproximadamente 4,55 miles de millones de años, cuando se formó el Sistema Solar y la Tierra. Su origen fueron los planetesimales (pequeños cuerpos que se habían formado a partir de la nebulosa solar) y los meteoritos portadores de carbono que chocaron con la Tierra.

Más del 99% del carbono terrestre está contenido en la litosfera, siendo la mayoría carbono inorgánico, almacenado en rocas sedimentarias como las rocas calizas. El carbono orgánico contenido en la litosfera está almacenado en depósitos de combustibles fósiles.

En una escala geológica, existe un ciclo entre la corteza terrestre (litosfera), los océanos (hidrosfera) y la atmósfera. El dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera, combinado con el agua, forma el ácido carbónico, el cual reacciona lentamente con el calcio y con el magnesio de la corteza terrestre, formando carbonatos. A través de los procesos de erosión (lluvia, viento), estos carbonatos son arrastrados a los océanos, donde se acumulan en su lecho en capas, o son asimilados por organismos marinos que, eventualmente, después de muertos, también se depositan en el fondo del mar. Estos sedimentos se van acumulando a lo largo de miles de años, formando rocas calizas.

El ciclo continúa cuando las rocas sedimentarias del lecho marino son arrastradas hacia el manto de la Tierra por un proceso de subducción (proceso por el cuál una placa tectónica desciende por debajo de otra). Así, las rocas sedimentarias están sometidas a grandes presiones y temperaturas debajo de la superficie de la Tierra, derritiéndose y reaccionando con otros minerales, liberando CO2. El CO2 es devuelto a la atmósfera a través de las erupciones volcánicas y otro tipo de actividades volcánicas, completándose así el ciclo.

Para el carbono orgánico, cuyo origen es la materia orgánica no totalmente descompuesta en ausencia de oxígeno, que dio origen a la hulla, el petróleo y el gas natural, cualquier cambio significativo entre los diversos depósitos afecta también a una escala geológica. Esto fue así hasta hace unos 200 años, con el inicio de la Revolución Industrial y la explotación y utilización (combustión) a gran escala de los combustibles fósiles, que empezó a liberar a la atmósfera el carbono de estos depósitos en forma de CO2.

EL CARBONO EN LA TECNOLOGIA

En el ámbito tecnológico, el carbono en los últimos años ha proporcionado un gran avance para este campo, dado al gran abanico de aleaciones y combinaciones con las que van surgiendo nuevos materiales, desde el acero, en la antigüedad, pasando por la fibra de carbono y llegando hasta uno de los últimos materiales descubiertos, el grafeno. El carbono en la tecnología también adquiere un papel muy importante como fuente de energía, dados diferentes compuestos, como el petróleo y derivados, el gas natural y el carbón, que serían los principales hidrocarburos.

Realizado por Juan Morón y Diego Gómez.

lunes, 28 de octubre de 2013

El presente y futuro de los nanotubos de carbono

Por: Juan Manuel Liñán Barroso


Los nanotubos de carbono son materiales únicos en cuanto a estructura y propiedades y
ello les convierte en una importante materia prima para el desarrollo de gran número
de aplicaciones a las que pueden proporcionar características singulares.

Las aplicaciones identificadas mediante la búsqueda de información en bases de datos
especializadas y el análisis de la misma, son las siguientes:

Materiales. Los materiales nanorreforzados con nanotubos de carbono se consiguen
dispersando éstos en una matriz de otro material. Se obtienen así nuevos materiales con
interesantes propiedades mecánicas, eléctricas, electrorreológicas, hidrófobas, ignífugas,
ópticas, químicas y térmicas. Entre los materiales reforzados con nanotubos de carbono
destacan los de uso estructural, que aprovechan las propiedades mecánicas de los
nanotubos de carbono dando lugar a compuestos ligeros y con gran resistencia mecánica.
Sobre materiales tratan el 27% de las referencias científicas analizadas, el 24% de los
proyectos y el 42% de las patentes. Estos datos reflejan que esta tecnología despierta gran
interés científico y gran interés industrial. Existe un alto grado de solapamiento de esta
aplicación con otras; así, por ejemplo, para el desarrollo de algunos productos electrónicos
se usan materiales compuestos que contienen nanotubos de carbono, mientras que en otros
casos se utilizan nanotubos individuales y lo mismo ocurre en otras áreas. Se comercializan
ya accesorios deportivos elaborados con materiales compuestos que incorporan nanotubos
de carbono, como bates de béisbol, bicicletas, raquetas de tenis, raquetas de bádminton o
palos de jockey. El mercado de los materiales se presenta así como el más avanzado de
todas las aplicaciones potenciales de los nanotubos de carbono.

Electrónica. En el área de electrónica se han detectado numerosas aplicaciones para
los nanotubos de carbono: nanocircuitos (interconectores, diodos, transistores,
interruptores), emisores de campo (pantallas planas, lámparas, tubos luminiscentes,
tubos de rayos catódicos, litografía por haz de electrones, fuentes de rayos X,
amplificadores de microondas, tubos de descarga de gas en redes de
telecomunicaciones, microscopios electrónicos, nanotriodos, betatrones), filtros RF,
memorias, optoelectrónica, grabado y espintrónica. Destaca entre todas ellas la
emisión de campo y, en especial, las pantallas planas. Sobre electrónica tratan un 23%
de las referencias científicas analizadas, un 17% de los proyectos y un 49% de las
patentes. El volumen de patentes refleja que se trata de una tecnología con gran
interés industrial. También hay un importante interés científico por las aplicaciones
electrónicas, como refleja el número de referencias científicas y de proyectos que
tratan sobre ellas. Existen actualmente prototipos de memorias, lámparas de emisión de
campo, fuentes de rayos X, osciladores, diodos y pantallas de emisión de campo.


Sensores. Los nanotubos de carbono pueden ser empleados para el desarrollo de sensores
químicos/biológicos, mecánicos, térmicos, electromagnéticos y de emisión de campo. Los
que despiertan mayor interés son los biológicos y químicos por su potencial utilización en
la detección de sustancias contaminantes y para ser empleados en entornos biológicos. Los
documentos que tratan sobre sensores son un 18% del total de referencias científicas, un
7% de los proyectos y un 15,5% de las patentes. El volumen de resultados refleja que hay
un importante interés científico y un importante interés industrial sobre este tema. Existen
actualmente prototipos de sensores de metales pesados en agua y depuradores para fluidos.

Biotecnología y química. Hay un gran número de posibles aplicaciones
biotecnológicas y químicas para los nanotubos de carbono: adsorción y absorción,
catálisis, electrosíntesis y medicina. Destaca de manera especial la medicina donde los
nanotubos de carbono plantean una extraordinaria revolución en distintas facetas como
la administración de fármacos. El 13% de las referencias científicas tratan sobre
aplicaciones biotecnológicas y químicas, así como el 7% de los proyectos y el 10,2% de
las patentes. Estos datos reflejan que esta tecnología despierta un importante interés
científico e industrial. No se han detectado productos comerciales ni prototipos de
estas aplicaciones y no se prevé que aparezcan a corto plazo.

Energía. En el área de energía, múltiples tecnologías pueden beneficiarse de la
utilización de nanotubos de carbono, tanto para almacenamiento (de hidrógeno y otros
gases, supercondensadores), como para conversión (pilas de combustible, baterías de
ión litio, células solares). Destaca especialmente el interés que existe en la actualidad
por las pilas de combustible. El 10% de las referencias científicas analizadas tratan
sobre aplicaciones energéticas, así como el 7% de los proyectos y el 10,2% de las
patentes. El interés científico e industrial en estas tecnologías es importante. No se
han detectado productos comerciales ni prototipos sobre este tema.

Mecánica. Se han identificado en esta área la utilización de nanotubos de carbono
para el desarrollo de actuadores, amortiguadores, dispositivos para fluidos, tribología,
NEMS y MEMS. Destacan, en cuanto a número de resultados, los actuadores, algunos de
los cuales pueden formar parte de NEMS. Un 5% de las referencias científicas tratan
sobre aplicaciones mecánicas, el 5% de los proyectos y el 5,6% de las patentes. El
interés científico e industrial que se aprecia hacia estas tecnologías es moderado. No se
han detectado productos comerciales ni prototipos.

Instrumentación científica. Los nanotubos de carbono pueden utilizarse para la
fabricación de puntas de sonda de microscopios de sonda de barrido, así como para las
membranas de contadores coulter. Destacan por volumen de resultados los microscopios
de sonda de barrido y, dentro de ellos, los AFM (Atomic Force Microscope). El número
de documentos que tratan sobre la utilización de nanotubos de carbono en
instrumentación científica es reducido. Sólo lo hacen un 2% de las referencias
científicas, un 4% de los proyectos y un 5,1% de las patentes. Estos datos reflejan un
escaso interés científico y un interés industrial moderado. Se ha detectado un
prototipo de punta de sonda para AFM.

Fotónica. En el área de fotónica los nanotubos de carbono permitirán mejorar los
dispositivos ya existentes y, además, serán la base para la aparición de otros nuevos que
aumentarán la independencia de la fotónica respecto a la electrónica. Las principales
aplicaciones identificadas son filtros pasa alto para la luz, espejos absorbentes saturables
para bloqueadores de modo pasivos en emisores de pulsos láser, supresores de ruido e
interruptores. No hay proyectos que traten sobre este tema y sólo lo hacen un 2% de las
referencias científicas y un 1,6% de las patentes. Estos datos reflejan escaso interés
científico e industrial hacia esta tecnología. No se han detectado productos comerciales
ni prototipos sobre este tema.