Por: Juan Manuel Liñán Barroso
Los
nanotubos de carbono se plantean como una promesa revolucionaria en medicina.
Aunque todavía no hay
aplicaciones reales, el esfuerzo investigador en esta área es muy grande dado
el enorme potencial que poseen para realizar diferentes funciones.
En el artículo “Carbon
nanotubes for biomedical applications” puede leerse una interesante exposición
de distintas aplicaciones médicas de los nanotubos de carbono.
Destacamos las siguientes:
· Liberación de fármacos:
Medicinas encapsuladas
en el interior de nanotubos de carbono podrían ser ingeridas y transportadas a
través del torrente sanguíneo hasta el punto donde tienen que ser administradas.
Además de conseguir así gran efectividad en los medicamentos, se evitarían los
efectos secundarios presentes en la mayoría de los fármacos que tomamos
actualmente, mejorando la calidad de vida de personas sometidas a agresivos
tratamientos contra ciertas enfermedades como el cáncer.
· Los nanotubos de
carbono son sustancias adecuadas para ser portadores
de fármacos porque no interaccionarían con éste, conservando por tanto su
integridad, son suficientemente resistentes como para no ser alterados durante
el tránsito por el interior del cuerpo y por el hecho de estar formados por carbono,
sustancia básica en el cuerpo humano, es de esperar que sean totalmente
biocompatibles y que pudieran descomponerse y excretarse después de liberar el
fármaco. Además, hay estudios que demuestran que el reducido tamaño de los
nanotubos de carbono los capacita para penetrar en el interior de las células,
requisito necesario para esta aplicación.
· Diagnóstico por imagen: Resonancia magnética. Sólo algunas sustancias
presentes en el organismo tienen las propiedades magnéticas adecuadas para
emitir las señales que proporcionan información sobre el órgano o tejido que se
quiere estudiar. Entre ellas está el carbono-13, pero su concentración es
insuficiente. Normalmente se suministra desde el exterior constituyendo lo que
se denomina “contraste”, sustancia que se administra al paciente en el momento
de realizar la prueba. Los nanotubos de carbono podrían ser utilizados como
portadores de carbono-13, como se detalla en la patente “Magnetic resonance
imaging (mri) agents: water soluble carbon-13 enriched fullerene and carbon
nanotubes for use with dynamic nuclear polarization”.
· Sistemas de vídeo miniaturizados. Los nanotubos de carbono también podrían transportar
en su interior pequeños sistemas de vídeo de tamaño nanoscópico. Se podría así
llegar a zonas de difícil acceso en el organismo simplemente mediante la ingestión
de una píldora.
· Prótesis: Andamiajes para regeneración ósea. En el artículo “A Bone Mimic Based on
the Self-Assembly of Hydroxyapatite on Chemically Functionalized Single-Walled Carbon
Nanotubes se refleja el trabajo
que, sobre este tema, se está llevando a cabo en el Centro de Neurociencias de
la Universidad de California. Los tejidos óseos son unos compuestos naturales
de fibras de colágeno e hidroxiapatitacristalina. Se ha demostrado que los
nanotubos de carbono pueden imitar el rol del colágeno como soporte para
inducir el crecimiento de los cristales de hidroxiapatita. Tratando químicamente
los nanotubos, sería posible atraer los iones de calcio y promover así el
proceso de cristalización. Los nanotubos sustituirían a los materiales que se
utilizan actualmente para este proceso aportando mayor resistencia,
flexibilidad y biocompatibilidad.
· Neuroprótesis visuales. El Centro Nacional de Microelectrónica del CSIC
junto con la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad Miguel
Hernández investigan la posible sustitución de electrodos de platino por electrodos
de nanotubos de carbono en prótesis visuales que estimularían las partes dañadas
del cerebro encargadas de la visión. Así, aparte de la biocompatibilidad de los
nanotubos, dado el pequeño tamaño de éstos podría ponerse un número mucho mayor
que en el caso de los electrodos de platino usados actualmente.
· Músculos artificiales. Los nanotubos de carbono presentan
electroestrictividad. NEMS. Esto los hace aptos para ser utilizados como actuadores
y, por tanto, como potenciales componentes de músculos artificiales.
· Desarrollo y prueba de nuevos medicamentos:
La funcionalización de los nanotubos de carbono permitirá su uso en el
desarrollo de nuevos medicamentos.
· Por otro lado
utilizándolos como sensores (ver apartado 2.2. Sensores) podrán emplearse en
las pruebas y el seguimiento de nuevos fármacos por el interior del organismo.
· Cirugía:
Los nanotubos de
carbono podrían utilizarse como sensores para desarrollar material quirúrgico
inteligente. Esto podría aplicarse a instrumental existente actualmente, pero
también podría pensarse en nano-instrumental basado en nano-robots que serían
manejados desde el exterior mediante un joystick y que recorrerían el cuerpo del
paciente realizando cirugía a nivel celular. También en la construcción de estos
nano-robots podrían estar implicados los nanotubos de carbono.
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